Ajeno al mundo como un informe de autopsia,
siento que mi suerte depende de las ventanas:
abrir o cerrar esos ojos velados
por la ceguera del tedio.
Solía abrirlas, dispuesto a probar
en nuestra silueta los contrastes de la luz,
pero también el golpe de sol hace daño
y, muchas muelas rotas después,
opto por este sepulcro de papel,
electrónica y vinilo
[Reccorrido de sábado por el centro de San Francisco, arrastrando los pies, como ellos]
Gracias por la compañia de sus sinceras palabras y sus acordes. Imágenes ilustrativas a tal efecto sensorial…