Además de un dibujante afilado y complejo y un neurótico ser humano, el venerable Robert Crumb (1943) es uno más de los enganchados a la alta toxicidad de los discos previos a la tiranía digital. Su colección de varios miles de acetatos y discos de laca de 78 rpm es mítica.
Pese a la relación inmediata que cualquiera establece entre Crumb y el rock -por la temática hippie-sicodélica y su intervención como diseñador de una cubierta legendaria para el grupo en el que cantaba Janis Joplin-, los gustos musicales del dibujante no van por ese lado.
Crumb prefiere la sangre vieja y los ambientes robustos del blues, el country, el bluegrass, el cajun, el jazz y el swing…
Él mismo cantó y tocó el bajo en R. Crumb & His Cheap Suit Serenaders y la mandolina con Eden and John’s East River String Band. Ambos son grupos sin edad determinada. Podrían haber bajado de las montañas hace siglo y medio o ayer mismo.
El creador de Mr. Natural no es nada egoísta como archivero. En un par de ocasiones ha actuado como editor, seleccionando canciones secretas de su colección para compartirlas con el resto del mundo. Como valor añadido, las portadas de las recolecciones son dibujos originales de Crumb.
En 1999 apareció That’s What I Call Sweet Music, una selección de música de baile de orquestas de los locos años veinte. En 2003 publicaron el disco que hoy recomiendo en la sección Top Secret de este blog, Hot Women: Women Singers From the Torrid Regions of the World (Mujeres calientes: cantantes femeninas de las zonas tórridas del planeta).
¿Mujeres calientes? ¿Qué puede entender un viejo verde como Crumb de una expresión tan, digamos, delicada?
Un ejemplo:
Pastora Pavón, La Niña de los Peines (la cantaora con «voz de sombra» de la que habló Lorca), con Niño Ricardo a la guitarra, dándole fuego a unas sevillanas en 1927.
La brasileña Araci Côrtes y la canción samba Quero Sossego, de 1931.
Toña la Negra, desde México, cantando El cacahuatero en una fecha indeterminada de comienzos de los años treinta.
Cléoma Falcon, la pionera del cajun de Louisiana, cantando Blues Negres en 1934.
En más de una ocasión Crumb ha declarado que su mayor deseo sería vivir entre las nalgas de una mujer robusta.
Ahora ya conocen ustedes que canciones debe cantar la mujer-vivienda para que el lúbrico señor piojoso esté más contento todavía.
el disco está gratis en grooveshark