La carne era carne de verdad: pedías un filete y te llenaban el plato de sangre; Elvis tenía gasolina en la cintura: nadie envovía el rock and roll en papel de regalo; reconocías a los fascistas por el corte de pelo; malo y bueno eran categorían distintas.
Los niños no dejaban de serlo hasta que aprendían a crecer: entonces entendían que también el futuro usaba pantalones cortos; la palabra río no significaba fontanería; la vida no era un contrato.
Te partían la cara con las manos, tú también partías otras; el amor trabajaba de barrendero, el silencio no dolía; los guardias bailaban en las esquinas; las tardes eran efímeras, las mañanas largas, no existía la noche.
Nadie leia las etiquetas; William Faulkner estaba vivo; Carson McCullers también; podías señalar con el dedo a cualquiera de ellos; no había ningún muerto en el confín de las agendas.
Todo esto es nostalgia. A la mierda con ella.
Ahora vivimos tiempos descafeinados…
Pero Elvis aun esta entre nosotros y de ellos solo quedan fantasmas…..