el hombre que soñaba con Miles no soñaba con Miles, el algodón manchado del sueño era otro: Miles y tú, una clase de azul, quizá todos los azules, quizá un blue in green, quizá so what, quizá un enredo homérico
el hombre que soñaba con Miles no soñaba con Miles: quizá el propio sueño de Miles, el halo pegajoso de una trompeta tocada hacia el suelo, ningún dios excepto el pavimento, cociendo hierbas en sudor, skin cookin’, quizá tu jugo no merezca congelador
el hombre que soñaba con Miles no soñaba con Miles: quizá una canción de ciudad sumergida, quizá lo tengamos todo, no nos quitarán el pan, quizá una pieza bruñida de tanta mano, quizá encender y escapar
el hombre que soñaba con Miles no soñaba con Miles: quizá la anémona de tus pies limpios flotando en mi boca, quizá la vaselina caliente de tus llagas, quizá el morir lento del plátano en la nevera, todo lo negro es dulce
el hombre que soñaba con Miles no soñaba con Miles: quizá las ramas entrelazadas de árboles alimentados por el mismo abono, quizá un menú de mortajas, quizá convenga caer al suelo
el hombre que soñaba con Miles no soñaba con Miles: quizá, como dice Derek Walcott, una «oscuridad de clausura aviva el amor», quizá tender tu ropa interior esconda el secreto de la canción
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