Una hermosa ciclista retratada con mi Holga esta tarde en el centro de San Francisco, agitado por la fiebre del black friday.
Fallé con la cocina de los químicos y el carrete tiene una mancha velada. No evita la hermosura de la muchacha, matizada a la baja porque ella se sabía hermosa y evitaba mirar sabiendo que yo la miraba. Ok, ese trato me vale.