Breve y desparejo en Berlín

• las noches de Berlín superan a los días (como en todas partes)
• no encuentro tiempo para dedicarme a hacer fotos, por eso las vomito, desordenadas, desparejas
• mis favoritas, las químico-analógicas, deben aguardar, como aguardo yo, a que mejore el saldo
• tenemos buenos amigos —más amigas que amigos— y nos han venido a visitar dos ángeles desde Barcelona, J. y D., con quienes ejercimos el dulce placer de conversar sobre los de siempre: Borges, Hitler, Alejandro Magno, Pedro Páramo, nuestros padres y madres…
• vivimos en el antiguo sector comunista, al borde de un cementerio —no se trata de una imagen literaria—
• tenemos buenos vecinos, son simpáticos pese a ser berlineses —lo digo con una sonrisa—
• tengo la sensación de que debería escribir, pero las palabras se han ido de vacaciones, se ve que tienen derecho
• tengo la sensación (otra vez, y van muchas) de que debería dejar el periodismo y montar algo ajeno: una tienda, un comercio, un circo, una escuela —se trata de imágenes literarias con intención de vida—
• el barrio es tranquilo y está poblado por una inmensa cantidad de bebés
• he aprendido a decir Scheiße
• me han encargado un par de reportajes, me gustaría tener un replicante a sueldo
• el patio de casa es el más bello del mundo: está poblado por gatos, grajas y urracas, es desordenado y frondoso
• en días de calor, los vecinos se reúnen, leen, conversan… algunos entienden mi inglés
• algunas decepciones, como siempre
• tengo la sensación de que tener 59 años es un hándicap, envejecer conlleva que te aparten
• espero que las fotos, pese a la poca práctica de estos meses, añadan algo a estas brevedades

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Tags: Berlín, blanco y negro, Canon 5D, digital, fotos

This entry was posted on 28/07/2014 at 11:59 and is filed under mi ceguera, novedades. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.