Colocas las manos sobre las teclas. Te preocupas por elegir una fuente tipográfica y un interlineado sugestivos. Esperas escribir como, según dicen, sabes.
Anoche, en la mala novela que lees para perturbar al miedo de la casa vacía, encontraste una frase inesperada:
Correr es el bien absoluto, nuestro camino ritual hacia la aprobación y la benevolencia de los dioses.
Puedes recordar un mundo en que nadie corría. El croar de las ranas era importante, las palabras se quedaban prendidas a los labios y a veces ni siquiera eran pronunciadas porque debían esperar a que alguien las reclamara.
Si el desagüe de la memoria no hubiese tragado tanto podrías hacerte con algunas de aquellas palabras nunca dichas. Pero el candado de los dedos está obstruido, taponado por el óxido de la ansiedad y la desconfianza.
Lees otra vez la mala novela y, con un escalofrío también malo, una emoción de bajo voltaje, te reencuentras:
La malción del hombre de mediana edad era saber –o creer– que ya había contado todo lo que tenía que contar. Tan pronto como uno sospechaba eso, empezaba a desear algo, lo que fuera, para demostrar que en realidad no era así: y allí era donde comenzaban los errores, donde ocurrían las cosas malas.
Puedes recordar, pero el recuerdo es impreciso como la melodía de la canción que se te escapa de tanto ir tras ella, un mundo donde era posible contar sin repetirse, sin caer en el mal gusto de la reincidencia verbal.
¿Tengo derecho a un exilio?, te preguntas.
¿Con qué palabra nombras una frontera? ¿Oregon, Colorado, California…?
My former boss, a physical therapist, told me on my first day of work, “ your body has only one purpose: to move.”
Back then the answer was easy, exercise, change zip code, visit another country…..
Today is more like “where to?”
My restless “self” looks at the departures: internal flight? External flight?
And that Rush song goes:
You move me
You move me
With your buildings and your eyes
Autumn woods and winter skies
You move me
You move me
Open sea and city lights
Busy streets and dizzy heights
You call me
You call me
p.s.
You already have a place in California
No repetirse es algo que que solo pueden hacer los dioses, los héroes y los muertos, que, finalmente, son la misma cosa.
California tiene un estupendo clima.
Todo el mundo tiene derecho al exilio.
Me alegro que hayas vuelto… A veces hasta tengo ganas de leer…
hipérbole empieza por la misma letra que hermano
no lo olvides
Y por la misma que hecatombe…
no lo olvides tampoco, hermano.
Y, para seguir h-ilando, por la misma que hazaña, historia y honradez
Ok. ToucHé!
California o Soria, el caso es moverse. A veces uno no pararía y otras no hay forma de dar un paso. Qué extraño todo.