¿Qué decimos cuando decimos cool? Aunque la palabra sea ajena al español, no hay demasiada duda de que cualquiera tiene una definición: rebelde, sexy, carismático, misterioso, bello, gozoso, que te hace soñar… En fin: algo o alguien irresistible, que te desarma y te deja sin defensas.
En el caso de personas es cool un ser humano que parece celeste, de cualidades seductoras infalibles, aunque también sereno, impasible, tranquilo, una proyección de una esencia pura —o picante, incluso levemente sucia y canalla— que soporta el paso del tiempo como si el tiempo fuese una mentira y deja sobre los años una huella imborrable y única.
Los estudiosos de la etimología y los usos idiomáticos colocan el nacimiento de las acepciones admirativas de cool —que textualmente significa frío— en la jerga de los negros y datan las primeras manifestaciones escritas del adjetivo en los años treinta, cuando los músicos de jazz empezaron a definir como cool a un estilo fresco y nuevo pero siempre mantenido bajo control por el intérprete.
Según los organizadores de la exposición American Cool (Lo ‘cool’ estadounidense) —en la National Portrait Gallery del Smithsonian de Washington hasta el 7 de septiembre—, se trata de un compendio sobre el zeigeist de los EE UU. Lo cool, dicen, ha sido el bien cultural «más exportable» del país durante el siglo XX y lo que llevamos del XXI. «Cool es una sensibilidad estadounidense original y sigue siendo una obsesión global», añaden.
Para demostrar la tesis han elegido a un centenar de personajes y los muestran en retratos que condesan el poder su estilo, la inmortalidad de su identidad, el esplendor de su belleza —no siempre canónica, por cierto— y el efecto perturbador que siguen repartiendo aunque algunos estén muertos desde hace bastante. La exposición pretende ser un «estudio cultural» sobre la «sorprendente» duración del término y «una oportunidad para una conversación nacional sobre quién define lo que es cool«, dice la directora de la National Portrait Gallery, Kim Sajet.
Para elegir a los cien personajes más cool de la historia de los EE UU, los responsables de la muestra han tenido en cuenta cuatro factores: originalidad artística ejercida con estilo personal y único, la rebeldía cultural o transgresión social ejercida sobre una generación determinada, el poder icónico que permite un reconocimiento visual instantáneo y un legado o cuerpo de trabajo reconocidos. Cada figura cool tiene al menos tres de estos elementos y el elenco final representa a los «rebeldes con éxito de la cultura estadounidense» y el santuario pop del país.
Entre los american cool hay músicos de jazz —Miles Davis y Billie Holiday—, actores —Johnny Depp, Marlon Brando, Faye Dunaway y Robert Mitchum—, cantantes de rock y otros subgéneros —Elvis Presley, Patti Smith, Lou Reed, Bob Dylan y Jay -Z—, activistas político-sociales —Malcolm X, Angela Davis— y artistas y literatos —Walt Whitman, Jack Kerouac, Hunter S. Thompson, Andy Warhol—. La lista completa puede consultarse en el magazine online del Smithsonian [o en este PDF].
Los retratos de la exposición están firmados por fotógrafos que, en ocasiones, son tan famosos como los modelos. Entre otros figuran Diane Arbus, Richard Avedon, Henri Cartier- Bresson y Annie Leibovitz.