Hasta siempre, Nasti:
Demasiada cocaína para seguir vivo, demasiada vanidad para seguir despierto, n’est-ce pas?
En memoria de tu peste a sudor moderno, republico las fotos de la única noche que compartimos: fue benévola, escuché a Can y Bowie, dividí cervezas con personas que, entonces, eran cercanas. Entonces eso era suficiente.
Hasta siempre, sótano.
Que te apliquen el adjetivo «mítico» por doquier demuestra que los dioses se han convertido en catacumbas y que algunos no se han enterado de que this ain’t no fooling around. Quizá yo tampoco me había enterado.