Nacido frente a los altares, el gospel ha de ser una plegaria, una oración. Si el blues es la conciencia de la tragedia insalvable, el gospel es la esperanza. Mavis Staples entiende la presencia de Dios en cada canción. Sin que eso signifique que es capaz de entender esa presencia, canta con dudas matizadas...
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